Abdo Benítez resaltó que esta obra «representa un ejemplo del compromiso que tenemos en los procesos de integración regional y de la coordinación entre Paraguay y Argentina».
«Todos sufrimos la necesidad de generar trabajo en un momento en el que, a consecuencia de las medidas sanitarias, el empleo era un problema en toda la región, pero esta obra casi no paró y eso permitió generar un impacto social importante», valoró el mandatario paraguayo.
Las obras de ampliación de la central hidroeléctrica se iniciaron en junio de 2020 y suponen una inversión total de más de US$ 310 millones, de los cuales US$ 63 millones ya fueron desembolsados, y su ejecución posibilita la generación de 800 puestos de trabajo directos y 2.400 indirectos.
El proyecto de maquinización del brazo Aña Cuá permitirá ampliar la capacidad de generación de energía de la central aproximadamente entre un 9% y un 20%, según fluctúe el nivel de agua del río Paraná, realizando un aprovechamiento de los caudales que deben ser erogados por razones ambientales.