Industrialización sigue en nivel más bajo desde 2012
El mes de agosto cerró con un procesamiento de 188.493 toneladas, llevando el acumulado a 1.710.428 toneladas de oleaginosas, una reducción del 7% en comparación al año pasado y de cerca de 500 mil toneladas con relación al promedio de este periodo en los
últimos tres años, manteniéndose como el valor más bajo registrado desde la
última gran sequía del 2012.
En ese sentido, cabe destacar que, entre el 2013 y el 2014 se instalaron o ampliaron industrias que permitieron aumentar la capacidad para procesar de 1,5 millones de toneladas a 4,5 millones de toneladas al año.
Este mes sería ya el último con un volumen significativo de molienda, considerando que luego de las primeras semanas de septiembre ya prácticamente todas las industrias
de la CAPPRO se encuentran paradas debido a la falta de materia prima para seguir procesando.
Con esto, la caída de la molienda se sentirá todavía con más fuerza en los próximos meses, cuando las comparaciones, tanto con relación al 2021 como al promedio de los últimos años, pondrán en evidencia una brecha más grande.
Utilización de capacidad sigue cayendo
Considerando el volumen de procesamiento de soja, que alcanzó a este octavo mes 1.681.284 toneladas (8% por debajo de lo conseguido a agosto del 2021), la capacidad nominal para industrializar se aprovechó en el 54% del total para este periodo.
Lo anterior representa una caída de un punto porcentual con relación al cierre del mes de julio, manteniéndose como el peor registro acumulado para este periodo del año desde la anterior gran sequía del año 2012.
Tomando en cuenta la última estimación de producción y las estadísticas
de procesamiento y exportación, las reservas de materia prima disponibles en el mercado interno están ya muy cercanas a cero.
Considerando lo anterior, el porcentaje de aprovechamiento de la capacidad (tanto la nominal como la instalada) irá disminuyendo todavía más en los próximos meses, ya que
no se han conseguido a tiempo las medidas para hacer efectiva la posibilidad de importar materia prima.
Participación del complejo soja se redujo en 20 puntos porcentuales
El ingreso de divisas generado por las exportaciones de aceite, harina, cascarilla y granos de soja en estado natural alcanzó al mes de agosto más de US$ 2.083,66 millones, una reducción de más de US$ 1.000 millones en la comparación interanual.
Este valor conseguido equivale al 31% de todas las exportaciones registradas en el país en ese periodo, 20 puntos porcentuales por debajo de la participación que había conseguido a agosto del 2021, con lo cual se convierte en el peor dato para este periodo desde el año 2009, por debajo incluso de lo que se consiguió durante la sequía del 2012.
Lo anterior se da incluso en el contexto de mejora en los precios internacionales (tanto en soja en estado natural como en sus derivados industrializados) con relación a años anteriores, ya que la caída en volumen de cosecha se encuentra en torno al 60% con relación al potencial de producción de soja en nuestro país.
Volumen de soja y derivados sigue en mínimo desde 2012
Las exportaciones del complejo soja en términos de volumen han alcanzado 3,48 millones de toneladas al cierre del octavo mes del año, lo que representa una caída del 48% con relación al mismo periodo del 2021.
De esta manera, el acumulado al octavo mes se mantiene como el peor registro desde los 3,31 millones de toneladas en el año 2012.
Si tomamos en cuenta la exportación en estado natural y el procesamiento de la soja, se puede observar que ya ha llegado a su destino aproximadamente el 91% de toda la producción (de acuerdo a la última estimación de la Cámara), con lo cual se espera que el movimiento para lo que queda del año ya sea mínimo.
Por otra parte, las ventas al extranjero de maíz de esta nueva campaña han tenido un gran dinamismo y con cerca de 1,76 millones de toneladas ha conseguido el mejor registro de los últimos 14 años para los primeros ocho meses del año, mientras que el trigo se mantiene en torno a su registro promedio de los últimos 3 años.
Ambas situaciones favorecen a mitigar, en cierta medida, el impacto negativo de las pérdidas generadas a causa de la sequía que afectó con mucha fuerza a la soja.
De todas formas, el resultado final este año terminará siendo negativo para las exportaciones y en general para nuestra economía en lo que se refiere a ingreso de divisas para el país, al igual que en términos de demanda de bienes y servicios relacionados directa e indirecta.-
Participación de la CAPPRO se mantiene en el 54%
Considerando las exportaciones acumuladas hasta el mes de agosto,
la participación de las industrias asociadas a la CAPPRO se mantiene en un 54% de todo el complejo soja, mismo porcentaje que se había registrado a julio.
De igual manera, este porcentaje se mantiene bastante en línea con respecto al 53% que se conseguía hasta el octavo mes del año pasado.
Esto se dio a pesar de la disminución en la participación relativa de granos
de soja, lo que se explica en la caída muy significativa en el volumen de exportación en estado natural a causa de la ya mencionada falta de materia prima causada por la sequía que afectó particularmente a la cosecha de soja.
Agosto será el último mes con volúmenes significativos de procesamiento en lo que queda de este 2022
Al mal momento que venía atravesando la industria aceitera en años anteriores (cerrando entre 2019 y 2021 tres años consecutivos de caída interanual en la industrialización de oleaginosas) se sumó en este 2022 una sequía todavía más pronunciada que terminó afectando al principal cultivo del país, la soja, dejando sin disponibilidad de materias primas a las industrias y obligándolas a parar las actividades mucho antes de lo que sucede habitualmente.
Todo esto pone en una situación muy complicada al sector, que se encuentra redoblando esfuerzos para que estos meses sin actividad no repercutan en los colaboradores.
En las primeras semanas de septiembre prácticamente todas las plantas de procesamiento han finalizado sus operaciones por el año, pero no por haber alcanzado ya sus objetivos, sino por la falta de medios para poder cumplirlos.
Lo anterior implica que durante por lo menos tres meses del año (de la segunda mitad de septiembre a la primera mitad de diciembre) en los que estaba previsto que las industrias operen al mayor ritmo posible, las mismas no podrán hacerlo por falta de materia prima; situación que la CAPPRO había alertado que podía suceder y planteado medidas para evitarla, pero que no pudieron ser articuladas a tiempo por el Gobierno.
En ese sentido, reiteramos la importancia de establecer el Régimen Especial de Importación de Oleaginosas como fue definido de manera transitoria hasta fin de este año por el Decreto N°7051/2022 y sus reglamentaciones, como una herramienta permanente para que la industria aceitera nacional pueda planificar con antelación la posibilidad de abastecerse desde el exterior, tanto para cubrir futuros posibles problemas en la cosecha nacional como para evitar los elevados índices de ociosidad que se han registrado en la industria en los últimos años.
Durante los últimos 3 años cerrados la molienda de soja ha representado una utilización de solo el 74% de la capacidad instalada anual, es decir, un 26% de nuestro potencial (más de 1.100.000 toneladas) fue desperdiciado en cada uno de esos años.
Esta capacidad desaprovechada podría ser cubierta por materia prima que provenga de otros países de la región, sin que esto genere ningún tipo de disrupción a la cadena local, ya que vendría a atender una demanda que actualmente no se encuentra satisfecha.
La cámara está conformada por 10 industrias aceiteras que procesan oleaginosas para la
obtención de la harina, cascarilla de soja y aceite crudo y refinado. Algunos de los asociados también realizan otros procesos industriales conexos, como envasado de aceites comestibles, producción de grasas y margarinas, balanceados.