La empresa argentina enfocada en tecnología agrícola consiguió recientemente importantes aprobaciones para sus productos de soja y trigo, y ahora mira a la bebida alcohólica
Por James Attwood , Carolina Millan y Jonathan Gilbert
Bloomberg — Bioceres Crop Solutions Corp. (BIOX), la empresa argentina de tecnología agrícola que está intentando convencer al mundo de que consuma trigo genéticamente modificado, está en conversaciones con la productora de cerveza artesanal Rabieta para elaborar la primera cerveza transgénica de la historia.
La empresa, que cotiza en la bolsa de EE.UU., se está moviendo para proveer sus semillas de trigo HB4 a Rabieta y a un productor de aves de corral con fines de alimentación, dijo el CFO de Bioceres, Enrique López Lecube en una entrevista el miércoles en el evento New Economy Gateway Latin America de Bloomberg en Panamá.PUBLICIDADVER +
La conferencia Bloomberg New Economy Gateway Latin America reúne a los líderes empresariales y gubernamentales de la región para discutir temas relacionados con el comercio, las finanzas, la salud, el clima y las ciudades de la región.
Los acuerdos vendrían después de un contrato similar con la empresa de confitería Havanna, ya que Bioceres busca llegar a donde ninguna empresa lo ha hecho antes, ganando la aceptación mundial para el trigo editado genéticamente.
Aunque la gran mayoría de los cultivos de soja y maíz del mundo ya son transgénicos, éstos se destinan principalmente a la alimentación del ganado. El trigo biotecnológico, en cambio, sería consumido directamente por los humanos en pan y pasta, algo que los consumidores y los reguladores han rechazado rotundamente en el pasado.
El argumento de venta del HB4 es que tolera la sequía en un momento en que los agricultores, desde América hasta Oceanía, se enfrentan al cambio climático y a la sequedad extrema.VER +
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Argentina, uno de los principales exportadores de trigo, dio su aprobación final a la siembra de HB4 la semana pasada, tras la autorización de consumo de su principal comprador, Brasil. Sin embargo, a los exportadores les preocupa que los cargamentos destinados a los importadores de trigo que aún no han autorizado el HB4 estén contaminados con la cepa transgénica, lo que dejaría a Argentina fuera de esos mercados.
Los temores de los comerciantes podrían comenzar a disminuir si, como espera Bioceres, Australia se convierte en el segundo gran proveedor mundial de granos en dar luz verde a la siembra.
El impulso está claramente a favor del trigo HB4, dijo López Lecube, ya que los problemas de sequía de la agricultura mundial se ven agravados por las vacilantes cosechas de grano en la región del Mar Negro debido a la invasión de Rusia a Ucrania.
“Esta perturbación crea un espacio para que la tecnología estabilice el suministro de alimentos”, dijo.