©FAO/Cristiano Minichiello
Los aceites vegetales y los cereales hicieron bajar el índice de precios de los alimentos de la FAO
El indicador de referencia de los precios mundiales de los productos alimenticios disminuyó de forma significativa en julio, registrándose un descenso de dos dígitos porcentuales en los precios de los principales cereales y aceites vegetales, según informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que se observa atentamente, se situó en un promedio de 140,9 puntos en julio, esto es, un 8,6 % menos que en junio, lo que constituye el cuarto descenso mensual consecutivo desde que alcanzó máximos históricos a principios de año. No obstante, el índice, que refleja la variación mensual de los precios internacionales de una cesta de los productos alimenticios más comercializados, se mantuvo un 13,1 % por encima del nivel de julio de 2021.
“Se acoge con satisfacción el descenso de los precios de los productos alimenticios, que se encontraban en niveles muy elevados, especialmente cuando se lo considera desde el punto de vista del acceso a los alimentos; sin embargo, persisten muchas incertidumbres, como los elevados precios de los fertilizantes —que pueden afectar a las previsiones sobre la producción en el futuro y a los medios de vida de los agricultores—, unas perspectivas económicas sombrías a nivel mundial, y las fluctuaciones de los tipos de cambio, lo cual plantea serias tensiones para la seguridad alimentaria mundial”, señaló el Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO.
En julio el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO descendió un 19,2 % desde junio, marcando el nivel más bajo en 10 meses. Las cotizaciones internacionales de todos los tipos de aceite registraron una caída, con un descenso de los precios del aceite de palma a causa de las perspectivas de abundantes disponibilidades exportables procedentes de Indonesia, de los del aceite de colza en respuesta a las expectativas de abundantes suministros de cosecha reciente, y de los del aceite de soja a raíz de la prolongada atonía de la demanda. Los precios del aceite de girasol se redujeron marcadamente ante la débil demanda mundial de importaciones, pese a la continua incertidumbre logística en la región del Mar Negro. El descenso de los precios del petróleo crudo también presionó a la baja los valores de los aceites vegetales.
El índice de precios de los cereales de la FAO se redujo un 11,5 % en el mes, si bien se mantuvo un 16,6 % por encima de su valor de julio de 2021. Los precios de todos los cereales representados en el índice registraron una caída, encabezados por el trigo, cuyos precios mundiales disminuyeron un 14,5 %, en parte como reacción ante el acuerdo alcanzado entre Ucrania y la Federación de Rusia para desbloquear las exportaciones desde los principales puertos sobre el Mar Negro y en parte por la disponibilidad estacional debida a las cosechas en curso en el hemisferio norte. En julio los precios mundiales de los cereales secundarios disminuyeron un 11,2 % y los del maíz, un 10,7 %, lo que obedece también en parte al acuerdo sobre el Mar Negro, así como al aumento de las disponibilidades estacionales en la Argentina y el Brasil. Los precios internacionales del arroz también disminuyeron por primera vez en 2022.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró una caída del 3,8 % desde junio, ante la preocupación por las perspectivas de la demanda como consecuencia de expectativas de una mayor desaceleración de la economía mundial en 2022, el debilitamiento del real brasileño y la bajada de los precios del etanol, lo que dio lugar a que la producción de azúcar en el Brasil durante el mes fuera mayor de lo previsto anteriormente. Los indicios de un aumento de las exportaciones, así como las perspectivas de producción favorables en la India, también contribuyeron al descenso de los precios mundiales del azúcar, mientras que el tiempo caluroso y seco en la Unión Europea suscitó preocupación por los rendimientos de la remolacha azucarera e impidió que se produjeran descensos más acusados de los precios.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO descendió un 2,5 % desde junio, ante la escasa actividad comercial, pero aun así se situó en un promedio que supera en un 25,4 % su valor de julio de 2021. Disminuyeron los precios de la leche en polvo y la mantequilla, mientras que los del queso se mantuvieron estables, impulsados por la demanda en los destinos turísticos europeos.
En julio también disminuyó el índice de precios de la carne de la FAO, un 0,5 % desde junio, debido al debilitamiento de la demanda de importaciones de carnes de bovino, ovino y cerdo. Por el contrario, los precios internacionales de la carne de aves de corral alcanzaron un máximo histórico, a causa de la firme demanda mundial de importaciones y la escasez de la oferta por los brotes de gripe aviar en el hemisferio norte.
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Sobré el Índice de Precios FAO
El índice de precios de los alimentos de la FAO es una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios. Consiste en el promedio de los índices de precios de cinco grupos de productos básicos ponderado con arreglo a las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos durante el período 2014-16. En un artículo especial publicado en el número de junio de 2020 de Perspectivas alimentarias se presentan la revisión del período de referencia para el cálculo del índice y la ampliación de su cobertura de precios, puestas en práctica a partir de julio de 2020. Los antecedentes técnicos relativos a la formulación anterior del índice se publicaron en un artículo en noviembre de 2013.