El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou no firmó el documento final del bloque, en protesta por la “inamovilidad” del Mercosur. Emitió un comunicado por separado explicando su posición.
Con disonancias y malestar entre algunos de sus socios, culminó este martes la Cumbre del Mercosur, en la ciudad argentina de Puerto Iguazú.
Si bien Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay estuvieron de acuerdo con impulsar las negociaciones con la Unión Europea para alcanzar un tratado de libre comercio, el documento final no fue rubricado por el mandatario Luis Lacalle Pou.
En cambio, la Cancillería de Uruguay emitió un comunicado para explicar la postura del presidente.
Lacalle Pou “renovó el compromiso con el fortalecimiento de la democracia, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, y resaltó la importancia de la agenda económica, comercial, social y cultural del bloque…”.
Además, “reiteró la necesidad de modernizar el bloque, incluyendo la conformación de la zona de libre comercio, y la revisión de los instrumentos de inserción internacional con un enfoque pragmático y flexible, para encarar los desafíos de un escenario mundial en transformación, afectado por alteraciones significativas en el mapa de la producción y el empleo…”.
En el encuentro, Lacalle Pou les dijo a sus homólogos Lula da Silva (Brasil), Alberto Fernández (Argentina) y Mario Abdo Benítez (Paraguay): “Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Nosotros vamos a insistir llevando el cántaro porque no es caprichoso el planteamiento de Uruguay hacia dentro y fuera del Mercosur”. Reforzó la necesidad de flexibilizar el Mercado Común del Sur (Mercosur) y “abrirse al mundo” de forma conjunta.
“No somos tontos, es mejor ir juntos”, pero “el inmovilismo es lo que nos preocupa”, señaló.
JUNTOS O SOLO. En ese sentido, insistió en su deseo de iniciar diálogos con China para un acuerdo comercial conjunto, pero mostró su pesar ante la falta de avances en esa dirección. Ante lo cual advirtió: “Si no podemos hacerlo de esa manera, lo vamos a hacer unilateralmente”.
Uruguay ha avanzado y concretado un estudio de factibilidad conjunto para un acuerdo de libre comercio unilateral con China, lo que no está permitido por las reglas del Mercosur y además es rechazado por los otros tres socios del grupo.
En el documento final suscrito por Da Silva, Fernández y Benítez se reafirma el “compromiso” de alcanzar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) que sea beneficioso para ambas partes.
Tras dos décadas de negociaciones, la UE y el Mercosur alcanzaron un acuerdo político general en el 2019, pero desde entonces las conversaciones han estado prácticamente paralizadas por divergencias entre las partes.
Entre otras cosas, los europeos han planteado en febrero nuevas pretensiones en materia ambiental que los suramericanos rechazan (ver recuadro). En la declaración conjunta, los mandatarios reiteraron “su preocupación por la evolución de iniciativas legislativas que pudieran desembocar en medidas restrictivas del comercio que afecten a las exportaciones agrícolas del Mercosur y alteren unilateralmente el equilibrio de los términos del acuerdo concluidos en principio en 2019 entre Mercosur y la UE”.
Bruselas será sede del 17 al 18 de julio de una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En la cumbre se evidenciaron también otras grietas entre los socios. Uruguay y Paraguay, por un lado, llamaron a denunciar la situación de los DDHH y la inhabilitación política de una candidata opositora en Venezuela, pero Brasil y Argentina, por el otro, se negaron a hacerlo y en cambio instaron al diálogo. (Ver más en pág. 4).
Brasil y Argentina tachan de “inaceptable” y “parcial” la postura de UE Argentina y Brasil, las mayores economías sudamericanas, plantaron cara este martes ante la “inaceptable” y “parcial” postura ambiental de la Unión Europea (UE) en el acuerdo comercial con el Mercosur, durante una Cumbre del bloque en la que las posturas sobre Venezuela volvieron a dividir. La UE “nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible, excesivamente centrada en lo ambiental”, dijo el mandatario argentino Alberto Fernández, anfitrión de la cita en Puerto Iguazú (noreste). La UE y el Mercosur, que integran además Brasil, Uruguay y Paraguay, intentan concretar un tratado de libre comercio, luego de llegar a un acuerdo de principios en 2019, tras más de dos décadas de duras negociaciones, sin que aún se haya ratificado. Pero un documento adicional al acuerdo presentado en marzo por el bloque europeo de 27 países, con exigencias medioambientales relativas al sector agropecuario, generaron resquemores entre los países suramericanos. Ese documento “es inaceptable. Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones”, enfatizó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. “No nos interesan acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materia prima, productos mineros y petróleo”, añadió. Fernández se hizo eco de ese punto: “Nadie puede condenarnos a ser proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos las venden a precios exorbitantes”. El regreso al poder en Brasil del izquierdista Lula en enero dio un nuevo impulso al diálogo con la UE. Pero las exigencias medioambientales europeas han creado una nube de desconfianza. Lula, que este martes asumió la presidencia protémpore del Mercosur, alertó contra “imposiciones” de la UE. “Es imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente”, dijo. AFP
67% del producto interno bruto de Sudamérica proviene de los países que integran el Mercado Común del Sur.
Es inaceptable. Los socios no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones. Lula da Silva, presidente de Brasil.
Fuente: https://www.ultimahora.com/